"LA LEYENDA DE TARZAN" O UNA VISION COLONIALISTA DEL MUNDO
1929: aparece Tarzán, una de las primeras historietas de aventuras. Como una lógica consecuencia del éxito obtenido por las novelas de Edgar Rice Burroughs, publicadas por primera vez en 1914 -además de su paso por la pantalla grande-, también se presentó la tira cómica de «Tarzán de los monos» en diversos diarios norteamericanos. Bajo la pluma de Harold Foster, el cómic se publicó durante sesenta días en tiras diarias de cinco viñetas del mismo tamaño cada una, ilustrando un resumen de la primera novela de Burroughs. Los cómics de Tarzán alcanzaron su momento culminante en 1931, justo al regreso de Foster, quien se había alejado del proyecto por dos años.
Actualización de un mito universal
Una interpretación mantiene que Tarzán es la encarnación moderna de la antigua tradición literaria del «héroe criado por animales». Otros ejemplos son Rómulo y Remo de Virgilio (2007), los legendarios hermanos fundadores de Roma que fueron amamantados por una loba, y Mowgli de El libro de la selva, escrito por Rudyard Kipling (1894) también sobre un niño criado por lobos que adquiere la capacidad de comunicarse con algunos animales.
La historia de Tarzán tiene reminiscencias con el conocido como Mito del buen salvaje, ya esbozado por Tácito en su libro sobre los pueblos de Germania. Según este mito, las personas que viven aisladas y en la Naturaleza no se ven contaminadas por la civilización; así el muchacho puede desarrollar todos sus cualidades físicas gracias a vivir en dicho entorno, algo que un mundo civilizado impediría. También está basada en ideas no científicas, más recientes que la obra de Virgilio, sobre la evolución y el darwinismo social, exploradas en la literatura popular de ese período por autores tales como Jack London y Robert E. Howard.
Un personaje del siglo XIX
Por otro lado, existe el punto de vista según el cual la obra de Burroughs es propia de su tiempo, con una visión colonialista de África, su fauna e incluso sus gentes. En las distintas novelas, y después otros géneros, se ve como un hombre blanco, no sólo se adapta perfectamente a un hábitat que no es el suyo, sino que llega a dominarlo por completo y ser su rey de forma "natural", pese a la ventaja de la raza negra en algunas actividades físicas. Esta idea de los blancos como seres destinados a reinar sobre los demás estaba plenamente vigente antes, durante y después del siglo XIX. Una visión parecida seguiría el artista belga Herge cuando dibujó a Tintín en 1930, quien es llevado en honor de multitudes por el Congo y caza sin cesar; es necesario reseñar que incluso el propio autor se disculpó por dicho relato, especialmente ante la crueldad mostrada con los animales a los que mata incluso con explosivos. Posteriormente Lee Falk y Ray Moore crearon en 1936 a The Phantom, quien comparte con Tarzán algunas cualidades físicas y también el ser monarca de los nativos con los que viven las distintas generaciones

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